- El 72% y 68% de los encuestados a nivel global y regional (Latinoamérica) del sector minero, esperan una disrupción asociada a ESG durante los próximos tres años.
- Casi la mitad de los encuestados cree que la innovación tecnológica alterará la industria minera en los próximos tres años. Asimismo, un 85% de los participantes en Latinoamérica aseguró que la disrupción tecnológica es más una oportunidad que una amenaza.
El cambio global hacia la descarbonización está impulsando el crecimiento y el optimismo en el sector minero mundial, según revela la última encuesta a empresas mineras de KPMG International, “Global Mining Outlook 2022”. Entre los principales resultados de la encuesta 2022, el 62% de los encuestados a nivel global reveló que confía en las perspectivas de crecimiento de su organización para los próximos 24 meses; si bien la cifra es ligeramente inferior a la obtenida en la encuesta 2021 (66%), el resultado sirve para confirmar que la volatilidad en los precios de las materias primas y la mayor incertidumbre derivada de la pandemia y de las cuestiones geopolíticas, no están aplacando el optimismo del sector.
En su duodécimo año, el informe combina la experiencia de los profesionales de las Firmas miembro de KPMG en todo el mundo con las opiniones y perspectivas de 300 ejecutivos del sector en 23 mercados clave, incluidos Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
A pesar de las grandes fluctuaciones, los precios de las materias primas se mantienen cerca de máximos históricos, impulsados por un enorme crecimiento en la demanda de minerales, incluidos el litio, el níquel, el cobalto y el grafito, todos componentes que son esenciales en el proceso de descarbonización global. Además, alrededor de 6 de cada 10 encuestados están de acuerdo en que las empresas mineras deben adoptar nuevos modelos de negocio (asociaciones estratégicas, capital privado y asociaciones público-privadas). En Latinoamérica, casi 8 de cada 10.
¿Cuáles son los retos del sector ad-portas de un nuevo gobierno?
Después de los resultados electorales del pasado 19 de junio, los objetivos del sector tenderán a cambiar con base en las decisiones y propuestas que el nuevo gobierno defina. Entre las principales se encuentran:
- Buscar fuentes de financiación para la descarbonización de las economías que permita obtener compensaciones por dejar enterradas las reservas de carbón y petróleo y establecer una política tributaria justa y progresiva acudiendo al enfoque de justicia climática.
- Garantizar su sostenibilidad (reinventarse) en un escenario probable de no obtención de nuevas licencias para la exploración de hidrocarburos, ni proyectos de gran minería a cielo abierto.
- Establecer el control ambiental de las cuencas hidrográficas destinadas a la generación de energía y proyectos mineros, por parte de las autoridades ambientales para garantizar la gobernanza del agua.
- Vincularse activamente a la estrategia país de transición energética disminuyendo el uso de combustibles fósiles y promoviendo su sustitución progresiva y sostenible en fuentes amigables con el medio ambiente.
Entre muchas otras.
A propósito, Luis Francisco Espitia, director de Tax and Legal de KPMG Colombia, afirma que “Es claro para todos que el sector minero no es reconocido precisamente por trabajar bajo un modelo de innovación y disrupción tecnológica. Sin embargo, creemos que las compañías del sector en la región están haciendo un gran esfuerzo por renovar sus modelos productivos, adaptándose entre otros a la nueva normalidad después del COVID-19 y a los desafíos que supone la implementación de modelos basados en normatividad ESG. Sin duda alguna, el sector minero en Colombia y en Latam cambiarán para siempre enfocándose en estrategias que propendan por el bien común.”
¿Qué otros desafíos vienen?
El estudio refleja que las nuevas tendencias medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés) preocupan al sector; el año pasado, estos factores solo ocuparon el quinto lugar entre los principales resultados de la encuesta. Este escenario se replicó en Latinoamérica, dónde, además de destacar los riesgos asociados al medio ambiente y la licencia para operar, los encuestados también señalaron la inestabilidad política y el precio de las materias primas. Sin embargo, más de la mitad de los encuestados (55%) señaló que no cree que las cuestiones relacionadas con ESG se entiendan claramente o sean consistentes en todos los mercados. Esta cifra fue refrendada a nivel regional por un 24% de los empresarios latinoamericanos.
Una forma importante de reducir la huella de carbono es a través de la adopción de nuevas tecnologías. El 87% de los ejecutivos cree que la tecnología tiene un papel clave a desempeñar para resolver los desafíos relacionados con factores ESG. Casi la mitad de los ejecutivos a nivel global (46%) y más de la mitad de los empresarios latinoamericanos (56%) cree que la innovación tecnológica será una fuente de disrupción en la industria durante los próximos tres años.
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